Mostrando entradas con la etiqueta opiniones políticamente incorrectas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta opiniones políticamente incorrectas. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de agosto de 2009

Y hablando de la diosa


Si no han visitado Hitlercito, háganlo AHORA.

H.

jueves, 21 de mayo de 2009

IMPORTANTE: Aviso a los inconformes y a los plagiarios

Sí, pueden odiarme. Gracias. También pueden despreciarme. Y si algo aquí no les parece, les pido atentamente que me lo hagan saber. Digo esto porque recientemente alguien (ignoro quién) ya me provocó un inconveniente con un usuario de wordpress, haciendo un comentario agresivo y fuera de lugar en el blog de dicho usuario y lo hizo usando mi nombre de pila, mi primer apellido y un link conduce a este blog. La polémica la pueden seguir en los comentarios del post anterior.

Si lo menciono, supongo que ustedes ya lo están intuyendo, es porque probablemente en este momento (23:12 del jueves 22 de mayo del 2009) esté yo localizando un segundo problema con otro usuario de wordpress, quien definitivamente no tendría razón aparente para visitar Éter Verde y menos para venir a decir, de buenas a primeras, que es un mal blog. Ya le contesté sin tomar en cuenta la posibilidad de que se haya hecho uso de mi nombre para insultar. Ni modo.

Y asi aún no le agarran al asunto (sin albur), es posible que tú, lector, estés leyendo esto porque un tal Hector Arciga (o Jose Candelario Tres Patines: usé este último para proteger mis opiniones, pero uds comprenderán que no puedo estar seguro ya) te dijo que tu blog es asco y visitaras este para que aprendieras. O algo parecido. De entrada te informo que, aunque este no es un blog de la más alta calidad (ni pretende eso; es más aquí los citerios de buen gusto nos valen madre, como podrás darte cuenta si lees la descripción), el autor de estas líneas, el auténtico y original Héctor Arciga Díaz no te ofendió ni quiso decir nada de tu blog, puesto que hay una alta probabilidad de que ni siquiera lo conozca.

Yo no insulto sin motivo. Al menos no hasta ahora.

De una vez les aviso que aquí no van a aprender nada ni van a entender la neta ni los temas que aquí se tocan están desarrollados para que les hagan un minucioso examen. O más bien: confío en el criterio del lector anónimo para que sepa en qué posts aplica esto y en cuales no La experiencia me ha mostrado que no importa mucho si yo confío en los anónimos, pero también que allá afuera hay personas que son capaces de un mínimo de respeto hacia opiniones distintas a las suyas. Si no les gusta lo que hay aquí, pueden decirlo, obviamente; ese es el riesgo de dejar abiertos los comentarios a cualquiera, pero espero que no lo hagan con el prejuicio que alguien anda esparciendo sobre mí.

Y también que tomen en cuenta lo que aclaro respecto a la calidad de estos escritos. Si mis pretensiones les molestan (no hallo cosa más estúpida que molestarse por las pretensiones de otros, pero esa es mi opinión), bien, háganmelo saber y podemos entablar un sano o insano debate al respecto. Sólo no pongan palabras en mi teclado, ni deseos, aspiraciones o ideas en mi mente y mucho menos, usen mi nombre para insultar a otras personas. Sé que esto puede ser una voz en el desierto, internet suele serlo, pero creer que esto aclara algo me reconforta ante mí mismo.

Reitero: yo no insulto sin motivos y no pretendo que Éter Verde sea un modelo de nada.

H.

P.D. Puede ser que a estas alturas alguien pueda creer que yo salí a insultar a otro blogs y ahora que atraigo tránsito al mío así, intento hacerles creer que no era yo. Lo entiendo, eso es posible, pero es mi palabra contra la de quien crea eso. Y yo digo que esa tampoco es una posibilidad válida. Advertidos quedan.

lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Qué aprendimos hoy?

Valiosas enseñanzas deja el fin de año. Para mí, todo se podría resumir en esto:

Existe una sutil, imperceptible y minúscula, pero mortal diferencia entre torcerle el cuello al cisne y jalárselo al ganso.

He dicho.

QUE ESTÉN VIVOS PARA EL PRÓXIMO AÑO.

H.

martes, 11 de marzo de 2008

El mundo se convulsiona

Y no es para menos. Échenle una rápida revisada a las noticias desde hace quince días. Es que esto está para pensarse con detenimiento, mucho detenimiento. Yo tengo varias cosas que decir al respecto de un par de acontecimientos que han acaecido en los últimos días. Uno es de implicaciones internacionales y otro de implicaciones nacionales, casi regionales.

Hay otra cosa a destacar. De entrada, me gustaría señalar que la etiqueta de "los jóvenes" a mí me incomoda terriblemente, especialmente cuando se me incluye en la categoría. La cuestión es que no hay forma de sacudíserla; y es que, hay que ser sinceros, no hay mejor etiqueta. Ahora bien, hablar de los jóvenes, en el habla cotidiana implica casi siempre la consideración de la inexperiencias, el relajo, la "poca o pobre orientación" del individuo, cambio sexual, "búsqueda de identidad" ( esta última frase, con sabor a libro de texto de editorial española sobre Educación Cívica que se usa en escuelas particulares de nivel secundaria en la Ciudad de México)... en fin. Cuestiones que se ven acentuadas a los 15, 18, 21 años, pero que son parte de la vida humana de ese rango de edad en adelante. Los cambios físicos son, obviamente, los que escapan a esa afirmación que acabo de hacer.
Ahora, los medios de comunicación, los grandes formadores de la opinión pública en ese país, enfocaron sus cámaras y afilaron teclados (plumas, a veces) y cámaras para señalar a los "jóvenes" como una fuerza motriz de la sociedad que, en un mensaje casi subliminal, nos presentan como que DEBE SER ORIENTADA, CUESTE LO QUE CUESTE. Yo, que estoy entre los señalados (por definición de "los jóvenes"), me siento inquieto. Algo está pasando y no lo alcanzo a ver.
Bueno, ya. Basta de cosas tiradas al aire y a ver si le cachan a lo que me refiero. Seguramente, varios de ustedes se enteraron que al señor Álvaro Uribe, el presichent..dente de Colombia, se le hizo simpático ordenar un golpe contra la conocida guerrilla del país del del que mucha gente sólo conoce a Shakira y el vallenato (con suerte): las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El bombardeo contra un campamento de las FARC provocó la muerte de varios guerrilleros, entre ellos el vocero Raúl Reyes (sorry, chamacos, me da hueva buscar el nombre real del tipo) y varias personas que, se sigue presumiendo y confirmando hoy, son de nacionalidad mexicana.
Los mexicanos en Ecuador, en medio de un conflicto internacional en el que también le entró el favorito de todos, Hugo Chávez y una amenaza de guerra entre Colombia, Ecuador y Venezuela, en gran medida fabricada por los medios e involucrados y puntos de ataque de las "buenas" y no tan buenas conciencias de quienes, en la tierra de Cuautéhmoc y Ernesto Zedillo, tienen el privilegio (a veces desgracia para nosotros) de emitir una opinión de resonancia pública. Y resulta que esos mexicanos ¡eran estudiantes de la UNAM! ¡de la Facultad de Filosofía y Letras! ¡Casi casi mis colegas, carajo!
Aún recuerdo las reacciones de mi señora progenitora al enterarse (vía radio o diario Monitor, no recuerdo bien) de los ahora identificados como estudiantes-guerrilleros. Su natural preocupación de madre le hizo llamarme inmediatamente una vez que llegó de trabajar en la noche para hablarme sobre lo peligroso que podría ser que yo continuara con mis proyectos académicos de investigación histórica de las guerrillas mexicanas. La discusión fue larga y desgastante para mí, defendiendo mis inclinaciones académicas y separando (o al menos tratando) los hechos en Ecuador, de mi posible ejercicio profesional derivado de mis inquietudes sobre esta parte semioculta de la historia del México contemporáneo; y ella, expresando sus temores a que me pasara algo por andar indagando "donde no debía". Quisiera que no se malinterpretara esto último: para ella, la lógica de una vida tranquila no va de acuerdo con mi vocación académica, sobre todo los temas que em interesan y que ella suponen son factor de riesgo para mi seguridad personal. Es decir, su sentir lo ejemplificaría muy bien trayendo a su memoria, queridos lectores, esa escena de la película Rojo Amanecer, donde Héctor Bonilla les dice a sus hijos "con el gobierno no se juega". Así de simple.
Al final, el posible conflicto bélico entre las tres naciones bananeras no pasó deser una terrible escena distópica para miles de sudamericanos. Felipillo se las dió de muy "mediador", dando su imagen mediocre ante el mundo latinoamericano para demostrar nuestra siempre oportuna política internacional de tibieza convenenciera, pero afortunadamente firme y que, de perdida, nos consigue un poco de seguridad de que los de allende al Bravo no nos van a venir a invadir. Correa y Uribe se quedaron "conformes" y ahí acabó el conflicto para muchos. Durante este período de tensión, acá en nuestro querido país nopalero, tanto noticieros como periódicos, hacían conjeturas idiotas o ingenuas sobre los estudiantes-guerrilleros.
No era de extrañar. Acá en mi cobacha, se acostumbra ponerle a la novela de la novela de la noche en turno en el canal 13 de TV Azteca y, pues, cuando ya todos están jetones en la sala, Javier Alatorre se introduce en nuestra pacífica vida familiar con las notas amarillistas de su noticiero. Ya no he optado por apagarle cuando inicia, pero loq ue no leo en los periódicos en la mañana (bueno, muchas veces, nada más los encabezados de los que ponen afuerita de metro Barranca del Muerto) lo cacho en la noche con el Alatorre. El trato sobre este asunto de los "jóvenes" ha ido subiendo de tono en este noticiero y estuvo en sintonía con notas como esta Nota que a los activistas de mi querida Facultad se les ocurrió tomar como indicador de la opinión general de los medios respecto al tema. La visión es algo parcial (hay notas como esta) pero no excenta de un gramo, al menos, de razón. La guerra de declaraciones sigue ahora con los nombres de más mexicanos, estudiantes que, se presume, estuvieron en el campamenteo guerrillero bombardeado. Si revisaron el link del artículo de Carlos Mota notarán que el discurso puede mostrarse tan serenamente agresivo que la gente lo tomará como normal.
El señor Mota dice que queremos "romper el mundo, no construirlo". Al tipo le hace falta tomar mínimo una clase en la Facultad para darse cuenta de la inmensa estupidez que encierra esta afirmación. Estamos revisando al mundo, y si lo rompemos, será por iniciativas ingenuas a las que, se debe decir, no todos nos adscribimos. En fin.
Y luego, esperando yo que pasaran ayer en la noche, en el noticiero Hechos, las imágenes que es emismo día habían tomado las cámaras de Salinas Pliego en mi facultad para ver si salía yo (^^) pasaron del asunto de los "jóvenes" estudiantes-casicasi-guerrilleros a una noticia que de veras ganó mi atención. Aquí la nota. También está la versión de La Jornada. Así de fácil. Una chusma iracunda, encendidos sus instintos emofóbicos por medio de correos electrónicos y demás medios de comunicación sobrevalorados y sobresaturados, atacaron en mi bella ciudad de Querétaro a los emo que se habian "adueñado" de no se que parte del centro de la ciudad. Hagan de cuenta que si el viernes, un grupo irrumpiera en la Glorieta de Insurgentes a golpear a los especímenes maníaco-depresivos de chocolate. La intolerancia juvenil, de la cual doy muestra, en mi propia persona, aunque de manera mesurada y políticamente correcta en una de mis entradas anteriores, en la más pura de sus expresiones.
Claro que no tardaron en circular en las páginas de Yahoo Respuestas las expresiones de desaprobración y, cosa nada extraña, de júbilo por la acción de las tribus urbanas queretanas. Circularon también las aclaraciones: que si nomás se apañaron a uno de manera realmente gandalla, que si el resto corrió y se salvó. La cosa está en que esa aversión a los entes depresivos de plástico con rebaba (característica que los emo comparten con tantas, pero tantas autodenominadas tribus urbanas o movimientos) ya está empezando a tomar forma cada vez más nítida y visible. Esta construcción de un enemigo colectivo no es nueva y a mí me hace pensar en la cuestión de los judíos y lo que escuché ayer en el Colegio de México, en una ponencia sobre miedo anticomunista en el México de la posguerra. Ahora la ya visible discriminación e intolerancia vino "de abajo" (noten bien las comillas) y se está circunscribiendo a las conciencias de un cierto sector de la sociedad joven, que parece tener límites temporales de generación y de tendencias de pensamiento o, más bien, forma de ver la vida, a secas un tanto afines. Es un fenómeno escandalosos, contenido y delimitado, que involucra a algunos grupos que, para bien o para mal, están aumentando su presencia en la vida urbana mexicana.
Y de repente, después de febrero, los "jóvenes" dan de qué hablar. Nomás les digo que, respecto a estas dos cuestiones, no he dicho mi última palabra; es que quería postear. Nada de lo que digo ene ste post es definitivo. Sólo lo es esto que sigue.
¿Se acuerdan del documental Zeitgeist? Pues bien, este sábado es el día Z, es decir, el día que, por iniciativa del director del documental, se pretende sea testigo de una exhibición masiva del filme en todo el mundo, por parte de iniciativas independientes. Aquí en la Ciudad de México, lo van a pasar el jueves 13 (oseáse, este que viene) en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Acá la información. Parece que querían hacerlo en 15, pero no sé que los detiene. Dicen que es una versión actualizada del documental. Trataré de estar ahí para verlo. Quedan cordialmente invitados.
Y por último, una joya que encontré vía-Clément:
Disfrútenlo


Uff!!! Ahora sí me colgué.

SALUDOS DESDE EL LIMBO

H.

sábado, 23 de febrero de 2008

Odiando al mundo y sus superficiales manifestaciones de gusto barato comercialmente construido

ME CAGA LA PALABRA "SEXY"
...y sus derivados, pero creo que ni tiene. Si los tuviera, también me cagarían.
¿Qué quieren? Estoy enfermo...