martes, 22 de diciembre de 2009

(Con retraso y todo) la chica Delirio pregunta...


¿Qué palabra usas cuando quieres describir a la persona que ha pasado una mitad de su vida tratando de huir de todo aquello que le asusta a sus amores perdidos y la otra pretendiendo saber la verdad sobre las relaciones humanas, utilizando como único recurso un libro de refranes?

¿Qué esperaban? ¿Que Delirio fuera puntual entregando sus dudas a la edición de este blog?

H.

martes, 15 de diciembre de 2009

Lester ha muerto... viva Lester


Me entero, vía idos de la mente, de la lamentable muerte de Mark Ritts, el actor que daba vida a la rata Lester en el legendario programa El mundo de Beakman. El deceso que todo el mundo infantil-globalizado-que-hoy-es-adulto-joven-clavado-en-los-noventas lamentará en cuanto se entere, fue el 7 de diciembre de este año, que será recordado por Obama recibiendo el Premio Nobel, por el cierre de Luz y Fuerza y por otro campeonato de los Pumas (entre otras nimiedades). En Éter Verde sentimos profundamente la pérdida del actor que dio vida a uno de los personajes más entrañables que Canal 11 dejó entrar en nuestras vidas. Creo que es la segunda muerte, después de la de Jack Palance, que más pega en mis recuerdos infantiles; recuerden los puristas que gran parte de mi generación ya fue educada y entretenida en gran medida, pese a quien le pese, por la caja idiota.

Recordaremos siempre los chistes "adultos" de Lester en la sección Beakmanía; viviremos con la vívida imagen del "Reto de Lester" y el de "Garritas", el personaje que Lester inventaba haciendo una especie de lagarto con la mano y ése lo recuerdo especialmente porque yo hacía lo mismo, sniff. Y claro cómo no soltar la lágrima cuando Garritas murió trágicamente en un apluaso de Lester.

El que no lo recuerde, no tiene corazón, porque la serie se puede conseguir a 60 varos en San Juan de Letrán y bien pueden comprarla. Les hará bien. Yo no lo hago porque sí lo recuerdo.

God bless you, Lester.

ATTE.

H.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Delirio pregunta...


¿Cuál es la palabra para describir la acción de señalar con el dedo meñique un error aparentemente insignificante, pero de graves consecuencias para el futuro de alguna ciencia joven?

jueves, 10 de diciembre de 2009

Avisos Parroquiales

Lamento profundamente que la frase "avisos parroquiales" cuando en un blog se anuncia algo, sea tan común. Pero ps aquí lo seguiremos utilizando hasta que el malévolo anónimo regrese a chingar... bueno, he de admitir que aunque el el anónimo chingue, lo seguiremos utilizando así que, ps qué importa.

Bueno, vayamos a lo importante: chiquillos y chiquillas, el sábado que viene presentamos nuevo libro. El anuncio es bastante apresurado, pero Éter Verde no se puede quedar sin publicidad al autor. Aquí la info:


Allá los espero

H.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La reglas del olvido

Huele a pino. Ya se dejan sentir los olores propios del mes en el que el año comienza a morir y pretende refugiarse en la memoria. En esta ciudad, esos olores con frecuencia tienen que ver con agua de frutas cocida, con heno recién traído de quién-sabe-dónde y con algunos fusibles inservibles. También suele percibirse el olor a aceite con harina o el plástico recién desempaquetado de los juguetes. Pero en especial huele a pino.

Como cuando un primo mayor nos contaba cómo era que intentaba infructuosamente quemar un trol con larga cabellera de color lila o el vecino nos presumía que a él seguramente si le regalarían el Taller de Carpintería que se veía en la televisión. Oh sí. Ese olor trae recuerdos tan varipintos como ver a las personas durmiendo en la mesa con tres botellas vacías frente así, mientras se prepara el recalentado.

¿Qué recuerdo como esos conservas tú? Apuesto muchos más que yo. No preguntes cómo llegué a esa conclusión.

Aunque el principio de este mes también trae a la memoria aquellos días de zozobra frente a la computadora, esperando que alguien que no era especial unos meses atrás hiciera su oportuna aparición para hablar de las nimiedades que ocultan mil frases de deseo. y demostrara por enésima vez por qué tienen un lugar especial en la mente. O deberíamos decir "tenía": el participio es importante cuando uno se acostumbra a olvidar bajo consigna. La angustia de ciertas situaciones hace que uno se apresure a acudir con el pecho abierto a las desconocidas reacciones del nuevo inquilin@ delas aspiraciones resucitadas.

Tras dos vueltas de la Tierra al Sol, dos conciencias toman en sus manos un taza de café. Una contiene una buena bebida, preparada de manera que nadie pudiera negar que aquel o aquella que la preparó sabe de lo que habla cuando habla de bebidas calientes. En cambio, la otra está hecha con agua caliente de la llave y con las mejores intenciones. Las conciencias han tenido una historia, la parieron juntas, pero se niegan a hablar de ella. A cambio de eso, prefierenn seguir hablando de esas nimiedades que ocultan.... ocultaban. Ambas aspiran fuerte el vapor de sus tazas. No, no es el aroma esperado.

Yo soy una de esas conciencias. De eso estoy seguro, porque hace unas noches, mi mente se topó con más aromas de los que le es posible contener, antes de obligar a mi mundo a exorcizar algunos rostros. Antes de obligarme a romper las reglas del olvido. Las mismas reglas que no permiten que inventemos, que al fin y al cabo es lo que se hace cuando se recuerda. Pero ni la mente es lo suficientemente fuerte para ceñirse a ese reglamento que, (confiénsalo, tú también lo has pensado) a pesar de lo que se dice, se hizo para ignorarse. Eso fue lo qe pasó hace unas noches. Porque hace unas noches te besé. Quizá por única vez. En un sueño.

No importa lo patético que pueda sonar (¿ es que puede existir alguien que tenga la autoridad para calificar las cosas patéticas?), pasó. Quizá lo complicado sea admitir que -con el aroma de un café insípido acariciándome la nariz y pese a que el reglamento del olvido se hizo para ignorarse- sin creerlo, te diga que ya no te pienso, ni te deseo y sepa expresártelo con mi silencio. Y es que así funciona el mundo.

El frío me golpea el rostro mientras pienso todo esto. Es desagradable. O quizá no tanto. No, porque huele a pino.

H.

sábado, 5 de diciembre de 2009

La dama Delirio pregunta...


¿Conoces la palabra para nombrar lo bueno, patético y sublime al mismo tiempo?

H.