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sábado, 30 de enero de 2010

Estadísticas memorables de la infancia... digo, de la vida

[Estoy sentado en una banca de La Alameda, comiendo una hamburguesa al carbón, un par de niños juegan cerca y ocasionalmente se meten en la toma de la cámara imaginaria]

Hace poco leí sobre las estadísticas de los mejores futbolistas del mundo y sus records de goles anotados en su carrera y me puse a calcular la cantidad de goles que yo he metido desde niño cada vez que juego futbol. Sin contar los de handball (que es solamente uno) y los puntajes de los videojuegos (que no valen para mí), considero que he anotado entre 46 y 52 goles en toda mi vida.

Eso sí, he anotado más canastas en basquet. Muchas más, pero hace mucho que no inflo ninguna de las dos cifras.

Ehh... adiós.

[Lo que queda de la hamburguesa chorrea de una mezcla entre jugo de jitomate, mostaza, catsup y almíbar, porque es una hamburguesa hawaiana. Termino rápidamente, me chupo los dedos y me limpio con uan servilleta. Me levanto de la banca, los niños vuelven a entrar a la toma corriendo y yo me retiro, saliendo por la izquierda. Cinco segundos de toma a la banca vacía. Desvanecido en negro. Créditos.]

H.


viernes, 22 de enero de 2010

Cuento gay

Esto no es una forma estúpida de calificar mi obra. Es un título descriptivo en todo sentido, no como los que suelo poner a los posts.

Resulta que hace un mes aproximadamente, un antiguo compañero de la prepa me pidió de favor si escribía un cuento para un proyecto que estaba armando y su peculiaridad era que estaba dirigido a público gay masculino. No vacilé ni un momento para aceptar, envié el texto y le deseé suerte.

Hoy me ha mandado la liga de dónde ha sido publicada mi historia, así que si quieren leer Habérmelo dicho antes, el primer cuento gay que escribo en mi vida, pásenle por acá y juzguen. Les diría en qué página está, pero mejor hojeen la revista para que también chequen el resto del contenido.

H.

martes, 6 de enero de 2009

Ser

Hay días en los que me pregunto de qué vale la pena temer. Si la vida sólo es una, el miedo debe ser algo único, así que no deberíamos tener miedo de tantas cosas.


El miedo es una de las cosas más valiosas que poseen los seres vivos. Sin él, la vida tomaría riesgos estúpidos todo el tiempo.


El miedo salva, destruye, diluye, compacta y crea.


Creo que hemos sido educados para pretender no sentirlo. Y no, no hablo de mieditos. Hablo de auténtico temor, el que hace que la gente se mueva. El que paraliza está en un nivel inferior.

Vivir sin miedo es estar muerto. ¿No?

Te preguntarás ¿Y qué miedo es ese tan indispensable?


Bueno, creo que esa pregunta no me toca responderla a mí.


Honestamente ¿cuántos de tus miedos valen la pena?

¿Le tememos al Dios correcto?

TSSSS






SALUDOS DESDE EL LIMBO

H.

martes, 30 de diciembre de 2008

Del polvo

Me había guardado esto por semanas, pero como no he podido decirlo en el momento en que quería y en compañía de quien más me importaba que lo escuchara, decidí venir a escupirlo aquí. El hecho de que éste sea el último post del año rompe la armonía impuesta por mi frase de despedida al 2008 en el post pasado, pero este blog suele manejarse por caprichos. La mente es así y mis dedos también.

Tengo algo así como unos tres meses con el corazón roto, lo cual, supongo, se ha venido notando de vez en cuando. No estoy en la disposición de ofrecer pormenores sobre las causas ni daré nombres, pero he de señalar que vaya que me ha pegado cabrón, con todo y que ya estoy tratando de hallar salidas. Con el tiempo, lo que ha pasado es que, siguiendo la metáfora del "corazón roto" (lo que me hace pensarlo como si fuera de vidrio, roto como el vidrio, no como el papel, no como alguna especie de fibra), el mío ha venido pulverizándose poco a poco.

Ahorita, aunque se lea cursi (¿alguien sabe de donde viene la expresión cursi?), no tengo más que un montoncito de polvo que bombea sangre al resto de mi cuerpo. El vidrio se hace de arena, ¿cierto? El proceso para hacerlo es algo de simple química. Se calienta y se deja enfriar. Con procedimientos industriales, evidentemente, pero pensemos en algo acá muy artesanal.

Yo, creo que con el polvito que tengo, nomás estoy esperando el calor necesario para forjar un corazón nuevo. De donde pueda venir, esa es la gran incógnita. Uno no sabe nunca de donde llega. Ya no confío en que venga de algún lugar conocido pero tampoco de uno desconocido. Estoy algo desencantado.

Elevo mi plegaria a Zarathustra, a Zeus, a Mario Moreno (Cantinflas), a Paco Ignacio Taibo I. Sé que todo mundo pide calor en esta época del año, pero mi petición se me hace que tiene un rato archivada y sin atenderse.

Algo de calor, ¿no?

Adoro esta metáfora.

PEACE OUT

H.

P.D. Prometo textos más sesudos, más contenido que tenga que ver con el mundo de afuera. Pero eso hasta el año que viene. Se lo lavan.

sábado, 19 de enero de 2008

SuDoku, jeje

Un mal chiste del primer programa del Podcast de Olallo Rubio, el cual, por cierto ha dado por concluida la tercera temporada. No tan buena como las dos anteriores, pero tiene sus momentos. También lo voy a vincular con una onda con la que me he estado clavando grueso (sin albur) desde septiembre, los documentales de discurso altermundista, izquierdista, alarmista y demás adjetivos que, seguramente, les harán entender más o menos qué pedo de que van todos los que les voy a numerar ahora.
Vale, empezamos con uno mexicano. Y es de Olallo Rubio, ese ex locutor de Radioactivo que yo confundía (como muchos seguramente) con uno que ya ni me acuerdo como se llamaba, de Alfa Radio 91.3 -de Radiocentro, una de las grandes mafias mediáticas de México-. Se llama ¿Y tú, cuánto cuestas? y tuvo cierta difusión en las salas comerciales de México este pasado 2007. Yo la ví pirata mucho después de su estreno y me pareció ingenioso, lleno del clásico humor al que los podcasts me acostumbraron, peeero de claro mensaje parcial. Es políticamente correcto y creo que pudieron sacarle más jugo a la idea. Pero yo no hice la película, ¿verdad?



Quien esté entrado en la onda de los documentales le sonará familiar el nombre de Canal 6 de Julio, colectivo que se dedica a producir este tipo de filmes políticos. Por medio del consabido blog del señor Clément, me aventé dos de ellos, bastante interesantes.

Uno de ellos me encantó por el título: Democracia para imbéciles




El otro en serio no tiene madre... y lo digo por el tema: La Guerra Oculta




Clément aconseja en su blog empezar desde la parte que aquí les linkeo, porque la primera está muy "planfetera" (excelente adjetivo, me gusta, lo usaré más) Yo me lo eché completo, sin empacho; ahí ustedes decidan. Si está medio cargado hacia la "izquierda" perredista reprimida de finales de los ochenta y principios de los noventa, pero ¿qué diablos? Además, el documental no es precisamente de los dosmiles... Pero para algo les servirá verlo, nomás para que se vayan enterando de que lo que está pasando no se produjo ayer o en julio del 2006, es cosa de años...

Me gustaría tener más tiempo para checar más del Canal 6 de Julio, pero pues da hueva ¿a poco no? Con el tiempo les iré pasando más.

Y claro, no podíamos quedarnos sin mencionar al siempre oportuno Mandoki y su Fraude: México 2006. Para quien no lo haya visto, solo le tengo esta opinión: no hay nada en este documental que no se hubiera podido leer en varias columnas de La Jornada durante aquellos álgidos días. Claro que, dada la trascendencia de los hechos, es bueno darse una buena dosis de pejismo para entender algunas de sus posiciones respecto a lo que pasó en julio del 2006. Ah, y aunque este documental me parece algo tendencioso ( es decir, que se pasa del límite en mi escala personal de la imposible neutralidad de este tipo de filmes), estoy de acuerdo con la idea de fondo: hubo fraude. Pero esa es otra historia.






Bien, pasemos a los internacionales. Primerísimo de los primerísimos, pues no puedo de dejar de mencionar a Zeitgeist. A este no me queda más que decirles que le voy a dedicar varios posts, dado el impacto que me causó. Nomás les dejo un trailer (con música de The Smashing Pumpkins!!) para que pues vean de que va exactamente.



Tampoco podemos dejar olvidado al magistral documental The Corporation del 2003, dirigido por Mark Achbar y Jennifer Abbott, canadiense. Muy ilustrativo, muy educativo y muy chido. ¿Qué? Ese si no le encuentro grandes defectos. Debe ser por ignorancia de varias cosas. Pero de la misma forma que con Zeitgeist, no hay como verlo para juzgar.



Ya nomás para terminar, les paso al costo este. Sé que muchos de ustedes odian a Hugo Chávez (es una afirmación al aire, de hecho no me estoy refiriendo a nadie en particular) y apostaría a que gran parte de esa antipatía ha sido fabricada por los medios; y cuando digo medios, me refiero a todos los medios. Es inevitable. Todos los latinoamericanos que se precien de tener una opinión política no pueden dejar de decir lago sobre ese peculiar especimen, generalmente negativa. Especialmente en México, los clasemierderos... perdón, los clasemedieros pensamos en esos términos. Pero siempre es bueno mirar desde los dos lados. Yo me di la oportunidad de hacerlo en el caso de este documental y me gustó. Véanlo si son capaces de permitirse algo de tolerancia hacia la posición política de los bolivarianos.

Y el pilón. Uno más optimista. Un discurso criticable, claro. Pero también respetable. Les dejo la decisión a ustedes. Es The Fourth World War.


Si veo más, les paso links y demás.

PEACE OUT

H.

P.D. Noticia de última hora. Me acaban de correr del trabajito en el que estuve esta semana, ni pedo, a buscar otro.