jueves, 24 de febrero de 2011

Metatexto 4: Ellos y yo

Este texto fue escrito como parte del Ejercicio 29: Momentos clave.

Ellos y yo

Llevaba una vida apacible, no me faltaba nada. Lo que me distinguía estaba en mi capacidad para realizar un sueño ajeno. Pero para mí es la realidad, simplemente, lo que he podido hacer siempre. Decían que era lindo verme ahí y no por eso mismo no alcanzo a entender qué. Es decir, no va conmigo. Yo pertenezco a esta vida que vivo ahora; es más, temo. Ese cambio fue verdaderamente un giro de tuerca, mi paso fue fugaz por su vida y el motivo de más de un disgusto, de más de un conflicto, de grandes cambios.

Vi la salida frente a mí. No supe qué hacer. Di dos saltos hacia ella; el instinto me lo ordenaba. Un horizonte nuevo se abrió ante mí y me lancé a explorarlo. Atrás dejé la seguridad y el alimento permanente, el agua fresca. Sin embargo, en vez de ir muy lejos, decidí quedarme a merodear, mi ahora antiguo hogar. El responsable de mi libertad había hecho algo que, después averigüé, era imperdonable. Mi ausencia provocó una verdadera ola de tristeza, enojo y cobro de cuentas pendientes entre ese hombre y una mujer destrozada por mi huída.

No quise ver más. La felicidad de esa mujer no era mi problema porque, después de todo, mi cautiverio era su gozo. Ahora me doy cuenta de que no tomé ninguna decisión, porque no soy como ellos. Yo tengo un camino trazado y debo seguirlo, aunque tenga miedo.

Lo mejor de todo, yo no soy capaz de sentir lo que ellos llaman culpa. Así que extendí mis alas y salí volando de ahí.


Hoy es el día de la bandera aquí en México. Postearía alguna o algún comentario al respecto, pero para ser franco, me da algo de huevita. Pero puedo dejarles el link directo al post del 15 de septiembre pasado, donde vacié las ideas que hoy reciclaría.

Cthulhu fthtagn!!

H.

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