Creo que antes de aventarme un post mareador sobre las distopías, voy a armar estos "de emergencia", que servirán para dar seguimiento a los descubrimientos que haga. Es más sencillo y me ayuda a mí a ser un poco más constante con esta labor autoimpuesta. Claro que tampoco garantiza nada, pero no pierdo mucho publicando estos apuntes.
-Supongo que en el futuro me hallaré hablando de cómo durante la primera mitad de 2009 mis autores de cabecera fueron Alan Moore y Roger Bartra. Y también de como Pain of Salvation me atrapó con su disco Be. Lo digo porque del segundo autor mencionado me hallé con un dato valioso: Bartra considera que la veta temática que hizo posible 1984 de Orwell tiene una vertiente rusa digna de mencionarse. Ya hablaremos en su momento de Nosotros de Zamiatin, anterior a la distopía orwelliana y de como en gran medida podría ser considerada su antecesora, pero basta con dar a conocer al lector que una obra paralela a esta última nos muestra que los tópicos de las distopías suelen ser algo redundantes... y con justa razón. El buen Roger nos dice en un artículo titulado "Nuestro mil novecientos ochenta y cuatro" que se trata de Viaje de mi hermano Alexis al país de la utopía campesina. La historia está ambientada, adivinen cuándo. En efecto, 1984. El protagonista, Alexis, despierta en un país donde los campesinos hace varias décadas han derrocado a los bolcheviques y han establecido un nuevo régimen, transformando la sociedad. Por la autoría, pueden culpar a Alexander Chayanov, quien ciertamente pudo haber sentido algo de culpa al publicar esto en la época de los albores del Estado soviético (1920), pues usó un seudónimo para hacerlo. Su utopía campesina constrasta con la distopía urbana de Zamiatin, publicada en la misma época. durante los años trienta, ambos serían perseguidos por Stalin y unos años después, Orwell nos regalaría 1984. Bartra nos dice que estos cuatro caracteres (1984) se han venido transformando en el símbolo de la antiutopía socialista y de acuerdo con un artículo de Cortázar, en la alegoría perfecta para detectar "la reacción dentro de la revolución. Yo agrego que le mito de 1984 va de la mano con la tradición de las novelas distópicas. Pero eso ya será tema de otro post.
-Para mí, la distopía clásica moderna podría rastrearse hasta H.G. Wells, en La Máquina del Tiempo. Sin embargo, los criterios podrían dispararse mucho si lo establecemos de esta forma. Aún así, propongo que para iniciarse en la lectura de las distopías, hay que hacerlo con Wells, seguir con El talón de Hierro de Jack London (buena reseña sobre este aquí), para después pasar a Zamiatin, Huxley, Orwell y finalmente Bradbury. Y ya de ahí dispararse a otros que aún no alcanzan la calidad de "clásicos" (la etiqueta la pongo arbitrariamente, sí, pero es para establecer criterios base que, no niego, después puedo cambiar).
-Para no ser tan malinchista en el tema, también hay que incluir entre los clásicos a Eugenia de Eduardo Urzaiz, la cual ya hemos mencionado antes, pero no desesperen, la abordaremos próximamente.
-Y aprovechando el viaje a ese post donde mencionamos la novela de Urzaiz y les compartí una lista de distopías de factura azteca, debo decir que el potencial de la distopía mexicana va creciendo fuera de mi vista y ni cuenta me había dado. Ejemplo de ello es el proyecto, hasta ahora no revelado a la luz pública en forma íntegra conocido como 2033. ¿De qué va? Sencillo: comienza siendo una película distópica...¡sobre México!, pero que no ha sido estrenada. De ahí pasa a ser un "Movimiento" con sede en Guadalajara y página de internet propia la cual no está por el momento disponible. En sí, el "movimiento" se centra en tres convocatorias para concursos de narrativa, música e ilustración sobre cómo el respetable (el público) se imagina el 2033. ¿Estrategia para ganar ideas para modificar su guión o genuino espíritu de mecenazgo? No sé, pero a mí me atrajo tanto, que pienso entrarle al de narrativa. Los detalles, de momento, no parecen estar disponibles en la página, así que se los paso vía otra blog. Acá un trailer hecho no sé dónde y sin garantía de que veamos esta película en salas próximamente.
-Finalmente, me encuentro con que Chilango (la revista) había sacado esto. Muy ilustrativo.
Bueno, es todo de momento. Se lo lavan.
H.
-Supongo que en el futuro me hallaré hablando de cómo durante la primera mitad de 2009 mis autores de cabecera fueron Alan Moore y Roger Bartra. Y también de como Pain of Salvation me atrapó con su disco Be. Lo digo porque del segundo autor mencionado me hallé con un dato valioso: Bartra considera que la veta temática que hizo posible 1984 de Orwell tiene una vertiente rusa digna de mencionarse. Ya hablaremos en su momento de Nosotros de Zamiatin, anterior a la distopía orwelliana y de como en gran medida podría ser considerada su antecesora, pero basta con dar a conocer al lector que una obra paralela a esta última nos muestra que los tópicos de las distopías suelen ser algo redundantes... y con justa razón. El buen Roger nos dice en un artículo titulado "Nuestro mil novecientos ochenta y cuatro" que se trata de Viaje de mi hermano Alexis al país de la utopía campesina. La historia está ambientada, adivinen cuándo. En efecto, 1984. El protagonista, Alexis, despierta en un país donde los campesinos hace varias décadas han derrocado a los bolcheviques y han establecido un nuevo régimen, transformando la sociedad. Por la autoría, pueden culpar a Alexander Chayanov, quien ciertamente pudo haber sentido algo de culpa al publicar esto en la época de los albores del Estado soviético (1920), pues usó un seudónimo para hacerlo. Su utopía campesina constrasta con la distopía urbana de Zamiatin, publicada en la misma época. durante los años trienta, ambos serían perseguidos por Stalin y unos años después, Orwell nos regalaría 1984. Bartra nos dice que estos cuatro caracteres (1984) se han venido transformando en el símbolo de la antiutopía socialista y de acuerdo con un artículo de Cortázar, en la alegoría perfecta para detectar "la reacción dentro de la revolución. Yo agrego que le mito de 1984 va de la mano con la tradición de las novelas distópicas. Pero eso ya será tema de otro post.
-Para mí, la distopía clásica moderna podría rastrearse hasta H.G. Wells, en La Máquina del Tiempo. Sin embargo, los criterios podrían dispararse mucho si lo establecemos de esta forma. Aún así, propongo que para iniciarse en la lectura de las distopías, hay que hacerlo con Wells, seguir con El talón de Hierro de Jack London (buena reseña sobre este aquí), para después pasar a Zamiatin, Huxley, Orwell y finalmente Bradbury. Y ya de ahí dispararse a otros que aún no alcanzan la calidad de "clásicos" (la etiqueta la pongo arbitrariamente, sí, pero es para establecer criterios base que, no niego, después puedo cambiar).
-Para no ser tan malinchista en el tema, también hay que incluir entre los clásicos a Eugenia de Eduardo Urzaiz, la cual ya hemos mencionado antes, pero no desesperen, la abordaremos próximamente.
-Y aprovechando el viaje a ese post donde mencionamos la novela de Urzaiz y les compartí una lista de distopías de factura azteca, debo decir que el potencial de la distopía mexicana va creciendo fuera de mi vista y ni cuenta me había dado. Ejemplo de ello es el proyecto, hasta ahora no revelado a la luz pública en forma íntegra conocido como 2033. ¿De qué va? Sencillo: comienza siendo una película distópica...¡sobre México!, pero que no ha sido estrenada. De ahí pasa a ser un "Movimiento" con sede en Guadalajara y página de internet propia la cual no está por el momento disponible. En sí, el "movimiento" se centra en tres convocatorias para concursos de narrativa, música e ilustración sobre cómo el respetable (el público) se imagina el 2033. ¿Estrategia para ganar ideas para modificar su guión o genuino espíritu de mecenazgo? No sé, pero a mí me atrajo tanto, que pienso entrarle al de narrativa. Los detalles, de momento, no parecen estar disponibles en la página, así que se los paso vía otra blog. Acá un trailer hecho no sé dónde y sin garantía de que veamos esta película en salas próximamente.
-Finalmente, me encuentro con que Chilango (la revista) había sacado esto. Muy ilustrativo.
Bueno, es todo de momento. Se lo lavan.
H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario