martes, 28 de agosto de 2007

Historiar el Futuro

El viernes pasado tuve una idea: podría hacer un estudo histórico innovador sobre las ideas del futuro en Occidente. Posiblemente no sería tan innovador, ya que tanto Internet, como revistas, algunos periódicos e incluso algunas conferencias magistrales se hacen con este tema. Sin embargo, creo que aún hay mucho por hacer.


La idea es añeja en mí. Quiero decir, que tengo varias semanas cocinándola (con cebolla y pimiento) desde que vi varias películas, una por día, en mi casa; todas versaban sobre algún tipo de futuro de la sociedad occidental. Las ennumero: V for Vendetta, Soylent Green, The Animatrix, Children of Men y Back to the Future II. Todas son de factura norteamericana o británica; vamos, permeadas de la visión anglosajona del mundo.Con excepción de la última que mencioné, todas están situadas en un futuro desesperanzador, terrible, deshumanizado y decadente. Evidentemente, no dejo de lado mis estudios sobre la guerrilla (a eso me pienso dedicar) pero este tema me llama tremendamente la atención, porque ciertas películas llegan a los cines pronunciándose por "abrir los ojos" de la población o, mejor dicho, del público -son cosas diferentes, men-; haciendome pensar en que los directores y guionistas parecen sufrir de alguna neurosis mesiánica, que les hace creer que ellos son parte de esa comunidad de "intelectuales" (nótense las comillas) preocupados por la situación del mundo. No se eche en saco roto lo que digo; quizá exagere, pero siento que es posible sostener estas afirmaciones de algún modo. Nomás déjenme averiguar cómo y lo hago.



Dejando de lado las pretensiones inmediatas y de acción de los cineastas, su aportación de granito de arena contra el imperio (válidas algunas, otras quien sabe), me interesa el tema y el mensaje que estas películas transmiten. Evidentemente hay otros medios por los que se han expuesto tópicos ficticios de este tipo, en especial la literatura y la televisión -sobra decir quién gana en antiguedad-, pero el del cine me parece especialmente atractivo para hablar de él. Bueno, una que otra referencia que haya que no sea cine, a huevo que se me va a escapar de vez en cuando. En fin.



Hurgando en Internet, me encuentro con que existe una palabra que define el tipo de futuro que se trata en estas películas. Lo encontré (para variar) en Wikipedia (Nomás una nota al margen: me apena, en serio, usar Wikipedia para sacar información, pero como no estoy en alguna librería o biblioteca, no me queda de otra. Sé que igual alguna de la información de esa página es confiable, pero aún así, no me siento cómodo citándola); ese término es distopía, osea, el opuesto de utopía. Término forjado por John Stuart Mill, es utilizado por la wiki (por sus redactores, pues) para calificar un gran cantidad de obras literarias y películas. El artículo dedicado a esto incluye dos largas listas de libros y largometrajes que utilizan la distopía. Un desubrimiento: la mayoría de las películas, salvo quizá los mangas japoneses, son adaptaciones de los libros. Otro descubrimiento: las distopías son, con frecuencia, futurizadas; es decir, se les ubica en el futuro del narrador o autor. No parecen existir las distopías preterizadas. Creo que tampoco las utopías.



Y otro descubrimiento: son advertencias. El modelo político-social-económico que la globalización ha venido promoviendo desde los años cincuenta del siglo XX es el más criticado en la actualidad en las distopías cinematográficas. Los ingleses, años antes, habían sentido que el mayor peligro para la humanidad era el peligroso paso que la sociedad occidental estaba a punto de dar hacia el fascismo. Basta con recordar 1984 de George Orwell y Un mundo feliz, de Aldous Huxley. El miedo se centraba hacia la deshumanización por la vía política y, en la obra de Huxley, en la excesiva tecnificación de la existencia humana. Desde que el problema de la ecología se hizo común (Greenpeace se fundó en 1971), a la preocupación política de las distopías se agregó el plus del problema ambiental. Los grandes problemas del mundo estaban listos para ser el escenario de terribles historias de un futuro igualmente terrible. En la memoria colectiva occidental, posiblemente, se pueda hablar de ese gran paréntesis mediático de optimismo que fueron las décadas de los setenta y ochenta. Aún así, las distopías continuaban ese camino que habían iniciado cinco décadas atras. El pesimismo de los noventa y la eterna frialdad de los 2000 ha traído consigo un revuelo en la producción de filmes distópicos. Matrix fue la punta de lanza.



Me arriesgo a que me hagan preguntas que posiblemente no podré contestar, pero igual le voy a seguir. Sin embargo, la visión de la vida que el imperio de la hamburguesas promovía con tanto entusiasmo encontró eco en las mismas caricaturas. Los célebres Supersónicos (The Jetsons) de Hanna Barbera, creados en 1963, son la futurización del american way of life. Una clase media alta estadounidense que viaja en autonave, un jefe de familia oficinista (nunca he sabido exactamente qué hace) una madre ociosa, una hija adolescente estudiante y un hijo menor, que resulta siempre más listo que el padre; también están la sirvienta (Robotina) y la mascota. Hay un poderoso empresario en constante competencia con otro y un modo de vida que transcurre normalmente, sin agitaciones políticas en la conciencia de los personajes. Las únicas figuras de autoridad que he visto en los Supersónicos son los policías y los jueces; quienes detentan el poder son los empresarios y no es una visión alarmista de esta situación, es conformista. Hay una implícita referencia a que ha dejado de existir el mundo natural de abajo y que el futuro de la vida humana está sobre nuestras cabezas: el espacio exterior. Es la idea cincuentera del futuro espacial: el hombre colonizando los aires y los planetas. Los mismos nombres de los personajes, al menos los que llegaron con el doblaje, dan prueba de ello: Astro, Cometín, Lucero, el señor Júpiter (hay una cosa que añadir de este último: si recuerdan, en el antiguo doblaje, su nombre era Señor Espacial, interesante ¿no?) es la historia del eterno presente de la comodidad material y el ascenso del hombre, desprendiéndose de un mundo que ya no tiene nada que ofrecerle.
Aquí le dejo de momento, porque es un tema extenso y ya me dio hambre y tengo mucho que leer para mañana. Pero chéquense esta interesantísima lectura de la trilogía de Matrix que hace Edgar Clément.
Aún debo leer y ver más, por lo que este tema lo iré desarrollando conforme sepa más y más acerca de esto.
PEACE OUT
H.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola,
Di con tu blog por medio del blog de Cuquita Y tu perfil me encanto, sobre todo lo de mamifero, jaja. es muy bueno, a mi me gusto y me hizo reir como hacia ya mucho tiempo (unas dos semanas) no lo hacía.
¿Qué estudias?
No te desanimes ¿que tiene de maravilloso Paris? el Sena, donde puedes ir a sentarte una tarde romántica?, el marvilloso museo Rodin?, las callecitas hermosas de St. Paul?, je,je neta que gacho que no fuiste (es broma, hay muchas becas checalo).
Los viajes de Cuquita son más culturales, finos y distinguidos (pero se me hace que hay mano negra, yo me gane uno y que casualidad que me entere después de mucho tiempo)
saludos y ya tienes nueva lectora
Caro

Cuquita, la Pistolera dijo...

H-Ek'tor, a mí la idea de historiar las concepciones de futuro en el mundo occidental a través de películas me parece genial. En serio. No sé qué estés escribiendo sobre la guerrilla pero sin duda el primer tema es mucho más novedoso historiográficametne hablando. Deberías animarte y no dejarlo pa luego. ¿Es para tesis de licenciatura?

Cuquita, la Pistolera dijo...

Por cierto, eso de que hubo mano negra en el viaje que se ganó Caro en mi blog, no, no, no.

Caro, para que veas que no hubo trampa puedes pasar todavía por tus boletos a Acatlipa Tours, carretera a Alpuyeca s/n. Lleva identificación vigente para que no haya problemas.

Je,je

Saluditos

EktoradO dijo...

Ciertamente la idea para tesis está bastante bien, pero pues me parece un tema aun poco secundario para mi en este momento. No lo dejaré; puedo cambiar de opinión de todas formas.

Se siente chido tener más lectores, jeje.

SALUDOS

Víctor Vela dijo...

Un tema muy interesante ese de la distopía. Conozco algún trabajo de historia que tratan esto a través de estudios historiográficos y de fuentes no historiográficas, para observar la mentalidad y comprender las actitudes de la sociedad en un momento determinado. Es un interesante campo de estudio, yo pensé algo parecido para la época actual y la globalización. Eso sí, en según que campos toca lidiar con los sociólogos.
Un saludo.