viernes, 6 de julio de 2007

Post Jocoserio

Siempre me ha caído de variedad que los periódicos de sátira política de la última recta del siglo XIX en México se autodenominaran "jocoserios". También siempre me he preguntado si sólo mi mamá y yo usamos la expresión "caer de variedad". Son dos inquietudes existenciales que tengo atoradas en el cerebelo desde hace una semana. Digo esto, porque, como habrán notado, este blog sigue con su malísima costumbre de no actualizarse con frecuencia y, hasta la fecha, solo hay tres comentarios y uno de ellos es una persona que habla portugués (creo) y nada más quiere que entre al suyo, ya ni la muelan....
Visitando otros blogs, bastante cagados, se me ocurrió darle a este blog un giro chistoso, así como estos blogs http://soybeto.blogspot.com y http://chidoguan.blogspot.com , pero rápidamente me di cuenta de que no tengo el tiempo y el carácter que me permite desarrollar uno de estos. Y es que mi humor suele ser un tanto más seco e infrecuente. Soy muy solemne a veces para escribir. Si dudan de ello, chéquense las entradas de mi anterior blog, el de MSN. A veces me sale lo chistoso y simpático, a veces lo plafletario y apático, pero nunca me he decido por ninguno de los extremos. Por eso, he decidido que la naturaleza de este blog debe ser jocoseria, así como lo eran periódicos como El Hijo del Ahuizote y similares.
Un claro ejemplo de mis intenciones de darle este giro a mi blog (el cual no se concretó) está en lo que les voy a presentar a continuación. Cada vez que entraba al baño de la biblioteca Samuel Ramos de mi facultad me percataba de que, en la puerta de uno de los gabinetes donde hay tazas para hacer lo que ustedes ya saben, se desarrollaba un interesante diálogo acerca del amor y el desamor. Aunque no lo crean, los universitarios de Filosofía y Letras se enfuerzan por hacer de cada espacio una trinchera de la libertad de expresión artístico-filosófica. Un afligido compañero de la facultad acudía a la sabiduría de las pintas en las puertas del baño en busca de un consejo acerca de qué hacer en la deprimente situación en la que se encontraba: acababa de descubrir que su novia se acostaba con alguien más. Bueno, eso es lo que la angustiosa llamada de auxilio plasmada en reluciente pluma negra Bic de punto medio sobre la puerta expresaba. Como soy un aspirante a historiador, haré un esfuerzo de interpretación y procederé a tratar de reconstruir la frase original. Digamos que rezaba más o menos así:
Acabo de descubrir que mi novia me engaña acostándose con otro, ¿qué hago?
Es verdaderamente fascinante lo que uno puede descubrir dejando que las cosas sigan su curso y no borrar tan valioso testimonio histórico. Yo estuve en ese gabinete en una angustiosa situación fisiológica cuando vi por primera vez esta frase y me propuse volver al gabinete en cuestión para darle seguimiento a las respuestas a la llamada de auxilio. Diversas veces, a lo largo del semestre, cual fiel jardinero que deja crecer un planta que él vio apenas como una pequeña semilla, visitaba el baño de la biblioteca para conocer los progresos de las siempre oportunas respuestas del estudiantado de la facultad. A lo largo de todo ese tiempo no pude hacer las anotaciones que me permitieran seguirle la pista, pero, afortunadamente las frases (salvo la original) no fueron borradas por el personal del limpieza de la biblioteca y cuando fui a entregar mi último trabajo, pude registrar la hermosa muestra de sabiduría que aquellas oraciones encerraban en una hoja de papel.
La primera respuesta fue bastante elocuente y, de entrada, descubría la cruda realidad con un actitud de evidente sarcasmo
Yo me acuesto con la novia de este pendejo, ¿qué hago?
Inmediatamente después, una voz justiciera respondía la injuria en nombre del agraviado y del amor mismo, cual fiel vasallo feudal, respondiendo con la misma jerga utilizada por el agresor:
Puto fornicador, destructor del amor
Otra voz anónima y conciliadora, proponía una salida violenta y legal:
Ponle en la madre y estrena la nueva ley
Tengo la inquietud de preguntarle de qué ley se trata... Alguien más se propuso como amante sustitito de la amante de la discordia:
Pues preséntame a tu novia
Una voz, más anónima aún, sólo acertó a aprobar la valía de este interesante diálogo:
¡Estos están buenos!
Desgraciadamente, una insesata persona borró el original. Para fortuna de la reconstrucción histórica que ahora emprendemos, una mente previsora, al parecer también un historiador en proceso, se animó a poner en claro la razón de tan disímiles opiniones respecto al amor:
Lo que antes estaba escrito aquí es que un gÜey decía que su novia lo engañaba y preguntaba qué hacer. Esta nota es porque todo aquel que lea esta secuencia de contestaciones puede que no entienda la parte medular de la discusión, a causa de un pendejo que la borró y destruyó el escrito que existía en este espacio. Como siempre, el vandalismo es la causa de la pérdida de un patrimonio histórico irrecuperable.
¡Amén! Sin embargo, siempre hay alguien más esperando su turno para opinar y esa voz se manifestó en esta secuencia para poner punto final a la discusión. Haciendo un juicio sumario sobre las patología mentales de los escribientes anteriores, se preocupó por señalar gráficamente que su afirmación se refería a todos. Diversas flechas salían de un frase que rezaba terminantemente:
PURO MITÓMANO
Hasta aquí, la secuencia se detiene y no hay más. Posiblemente, esto que ahora consigno haya sido expulsado al basurero de la historia y borrado de la faz de la puerta. Me alegro de haber puesto ante sus educados ojos una muestra de la filosofía solidaria efímera expresada en los muros y puertas de la Facultad de Filosofía y Letras. Algunos otros ejemplos fueron borrados, pero entre ellos se encontraban interesantes diaólogos políticos pro-pejistas contra pro-zapatistas y contra pro-calderonistas; también había una lluvia de ideas respecto a las habilidades de las estudiantes de proporcionar placer sexual de manera oral a los varones de la Facultad y la calidad de dicho favor sexual según la carrera que la fémina estudiara. No sé si juzgar esto como una muestra de la libertad de pensamiento respecto a la sexualidad que la sociedad actual proporciona o como una muestra de machismo de la peor ralea. Es un conflicto que no he logrado resolver, pero lo que es indudable es la riqueza de datos que puede arrojar una investigación enfocada a estos olvidados espacios.
No, no se rían ni se indignen, hay quien ya lo hizo y, según supe, los resultados fueron reveladores. Aunque, honestamente ¿quién quisiera meterse a los baños de la Facultad a anotar lo que se escribe en las paredes?...... Honestamente, yo sí. Al menos, en los de hombres.
Y cuando haya más reveladoras conclusiones de esta odisea sanitaria, se publicará el Post Jocoserio: Segunda Parte.
Hasta entonces.
P.D. No se pierdan el próximo post de ÉTER VERDE, en el cual sabrán la segunda parte de Sandra y Damián. Espero que hayan notado que corregí los errores de la primera parte, publicada con anterioridad, para que el texto se conservara en el formato original. ¡Comenten, comenten!
SALUDOS DESDE EL LIMBO
H.

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