Gran revuelo ha causado la declarada intención de Alain De Bottom de construir en Londres un Templo para el Ateísmo. Mientras los ateos "agresivos" como Richard Dawkins, uno de los criticados por De Bottom (impulsor de un ateísmo buena onda), han calificado el proyecto de "desperdicio de dinero", los grandes magnates del corazón financiero londinense no están muy contentos de que semejante mole de inspiración blasfema se levante en su territorio. No quieren tener nada que ver con un ateísmo proselitista como el que impulsa el proyecto.
En tanto, una legión de trolls sin religión ha arremetido electrónicamente contra la propuesta de Bottom y se preguuntan cómo es posible que se siga cayendo en las mismas trampas que los deístas del siglo XVIII and stuff. La cosa tendría más chiste si los ateos fuesen un grupo social más visible fuera de internet, pero no deja de ser interesante cuando el frente común se fractura, ya que la avalancha de aclaraciones no se ha hecho esperar, como la del propio Bottom diciendo que no panda el cúnico, que él no considera que los ateos deban tener una "religión" y por tanto un "templo", no obstante la incómoda asociación de palabras que su propuesta enarbola.
Yo que nunca me he atrevido a declararme ateo -y me siento una cucaracha inmunda, un miserable individuo alienado y dormido y un engrane mal aceitado y cochambroso por ello- al menos sabré que tendré un incentivo más para desconvertirme completamente, aunque sea un mamada.
De cualquier forma, un templo ecuménico alejado de la religiosidad ya existe y es la Capilla de Rothko.
Hail.
H.
Yo que nunca me he atrevido a declararme ateo -y me siento una cucaracha inmunda, un miserable individuo alienado y dormido y un engrane mal aceitado y cochambroso por ello- al menos sabré que tendré un incentivo más para desconvertirme completamente, aunque sea un mamada.
De cualquier forma, un templo ecuménico alejado de la religiosidad ya existe y es la Capilla de Rothko.
Hail.
H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario