Segunda vida
Era inevitable: moriría a los cuarenta años. Y él se enteró a los cuarenta y uno.
[Una pequeña minificción (sí: lo digo con todo y pleonasmo y qué y qué) para los que se aburren y creen que todos los bloggeros deben estar en Twitter. Se los digo desde ahorita, como cuando me negaba a tener celular o cambiar de consola y permanecía en pie de lucha con mi Super Nintendo: NUNCA ME ATRAPARÁN]
H.
H.
1 comentario:
Nintendo! quiero eso de regalo! lo quierooooo!!!
Publicar un comentario