El domingo pasado, Iron Maiden dio un concierto en Tenochtitlan. Miles de Ironmaníacos se volcaron de gusto, se suicidaron y resucitaron al tercer día para ir a verlos. Yo no fui. De repente, el metro, el camión, la universidad, las calles, etc, TODO estaba inundado de camisetas y sudaderas del evento. Me pregunté ¿a poco sí me perdí de algo extremadamente bueno?
De todas maneras, a mi no me emociona Iron Maiden. Son un clásico, peeero paso de ir a sus conciertos. Prefiero gastar mi lana en otros conciertos, como... mm... ah! sí, claro! Dream Theater el penúltimo día de abril. Sí, me atrae más. Falta que tenga dinero para los boletos.
Se que ante millones, blasfemo. Pero es que con Iron Maiden no paso de Fear of the Dark. Y a ratos me aburre.
Así soy y ¿qué?
No sé si se los había comentado, lectores invisibles, pero desde hace 15 días acudo a un taller de Narrativa, lejos, muy lejos (osea, adelante de Taxqueña) los lunes en la tarde. Lo imparte un escritor que, por lo que veo, se mueve bien en el underground. Se llama Carlos Camaleón. En unos meses más estaré más picudo para eso de la narrada (jeje, "narrada", qué buena palabra), gracias a este taller. Eso se supone; de cualquier forma, esperen nuevos cuentos pronto, pues sé que desde Sandra y Damián mueren de ganas por leer más de mi literatura.
De todas maneras, a mi no me emociona Iron Maiden. Son un clásico, peeero paso de ir a sus conciertos. Prefiero gastar mi lana en otros conciertos, como... mm... ah! sí, claro! Dream Theater el penúltimo día de abril. Sí, me atrae más. Falta que tenga dinero para los boletos.
Se que ante millones, blasfemo. Pero es que con Iron Maiden no paso de Fear of the Dark. Y a ratos me aburre.
Así soy y ¿qué?
No sé si se los había comentado, lectores invisibles, pero desde hace 15 días acudo a un taller de Narrativa, lejos, muy lejos (osea, adelante de Taxqueña) los lunes en la tarde. Lo imparte un escritor que, por lo que veo, se mueve bien en el underground. Se llama Carlos Camaleón. En unos meses más estaré más picudo para eso de la narrada (jeje, "narrada", qué buena palabra), gracias a este taller. Eso se supone; de cualquier forma, esperen nuevos cuentos pronto, pues sé que desde Sandra y Damián mueren de ganas por leer más de mi literatura.
Se supone que el taller también contempla los medios de publicación literaria, es decir, registro de personajes y demás trámites, publicación y distribución y manejo de revistas y fanzines. Momentos inoportunos para aprender esto (aunque no me desaliento esto en asoluto), pues con la bronca que se traen con lo del IETU, ya está contemplando quitar las excenciones que había del Impuesto sobre la Renta para aquellos que obtienen ganancia de publicaciones de obras originales. Y no sólo eso, pues la gandallez se pasa a todos los planos de la acividad creativa, hasta alcanzar la del comercio y el registro de marcas. Quizás no me estoy explicando muy bien; le preguntaré a mis progenitores como está este asunto... La cosa es que se están pasando de lanza.
Ah! y pues los invito cordialmente al homenaje a David Bowie al que yo a mi vez, fui invitado por Carlos Camaleón, este sábado a las 6 de la tarde en el Lobby del Hotel Virreyes, ahí en el Eje Central e Izazaga. Se van a tener que mochar con 40 o 50 varos, pero creo que valdrán la pena.
A ver si voy
Au Revoir.
H.
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