[El 26 de
junio de 1958] en Aguascalientes, después de las 10 de la mañana “… el ruido
cotidiano dejó de escucharse, las máquinas, las planchas remachadoras, los
hornos cesaron, el silencio se hizo total en los talleres… Pero dentro de los
mismos el enjambre
humano permanecía en sus puestos de trabajo con los brazos
caídos”, dispuestos a luchar…
Ramón Báez
Esquivel. El movimiento vallejista en
Aguascalientes. Las luchas ferrocarrileras de 1958. México: Editorial
Contundencia, 2003. p. 35
nos (me) nombraron legión,
pero
so(y)mos ENJAMBRE.H.
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